La burocracia sin fin

En una entrada anterior ya hablé sobre la demora que se produce en la designación de docentes en la Facultad.
Aquí quiero darle datos más precisos, con un ejemplo de caso (de los varios que tengo conocimiento que están aún sin resolver).
Presten atención a la siguiente secuencia cronológica:

14 de octubre 2008: una cátedra de la Carrera de Biología eleva el expediente con la solicitud formal a las autoridades de la Facultad, para que se inicien los trámites de llamado a Selección para cubrir dos cargos vacantes de Profesores.

17 de febrero 2009 (126 días después -si consideramos que 31 de esos días corresponden al receso de verano, serían 95 días de funcionamiento administrativo-): aparece el aviso oficial llamando a la inscripción de postulantes a dichos puestos.

4 de marzo 2009 (15 días después): se produce el acto de selección de los inscriptos (Clase y entrevista públicas y evaluacion de antecedentes de los inscriptos).

10 de marzo (6 días después): se eleva todo el expediente conteniendo el resultado de la selección, y habiéndose ya notificado los postulantes acerca de éste.

9 de junio 2009 (91 días después): sin novedad oficial en cuanto a la designación de los primeros en orden de mérito. Aparentemente, se estaría elevando el Expediente al Honorable Consejo Directivo de la Facultad, para su tratamiento y eventual aprobación en la Próxima Reunión (cuya fecha está fijada para el 12 de junio).

Lapso transcurrido desde el pedido de selección, hasta la eventual designación: 238 días (prácticamente 8 meses!!!).
Se pueden observar dos demoras que son claves, al insumir 217 días (90% de la demora total), y que se dan en el ámbito de la administración de la Facultad. Desde hace ya un tiempo ésta es la velocidad con la que se resuelven casos como éstos en nuestra Facultad.
La respuesta más frecuente ante una requisitoria individual, es que... "hay muchos expedientes que están en la misma situación". Quien "comete" esta excusa, que más parecería dirigida a tranquilizar a aquél que piense que está siendo discriminado, debería recordar que: Mal de muchos...
Otra respuesta común es: "Hay mucho personal desafectado o de licencia". Pues acaso en una situación de atraso crónico generalizado, tan evidente y de tal magnitud ¿no puede asignarse horas extras al personal en actividad? Supongamos que la Universidad en este momento no lo permita, ¿no puede asignarse o reasignarse extraordinariamente personal que apoye temporariamente al personal permanente en actividad que está siendo aparentemente desbordado por la tarea?

¿Quiénes pierden por esta situación?
(1) aquél que se preparó, se presentó y ganó el derecho a ocupar el puesto que estaba vacante,
(2) los docentes integrantes de la cátedra donde no se produce la designación, porque deben desarrollar todas las actividades del semestre sin tener cubiertos los cargos, que estaban vacantes desde el año anterior,
(3) los alumnos que cursan la asignatura afectada (cuyas actividades y evaluaciones fueron planificadas en base a recursos humanos que se suponía se incorporarían a la cátedra a más tardar a mitad del semestre), -paradójicamente, si el perjuicio es notable, puede redundar en una mala calificación de los alumnos para con los docentes en actividad en esa cátedra, en las encuestas del proceso de control de gestión-
(4) las autoridades de la Facultad (credibilidad y eficiencia de gestión),
(5) los empleados administrativos de la Facultad (imagen de eficiencia y rendimiento),
(6) la Institución (prestigio y seriedad),
(7) la figura del docente universitario en general, ya que su condición de trabajador no es respetada por la propia alta casa de estudios.

¿Quiénes ganan?...... Aparentemente, nadie. Salvo que el dinero que no se emplea en el salario del cargo docente que no es cubierto, se use entre tanto para otros fines, por ejemplo para pagar otro cargo docente temporario. Esto último podría llegar a constituir una irregularidad en el manejo de los fondos, por lo que uno debiera descartar que ocurra normalmente.

Entonces, si esta parece ser una típica situación en la que todos pierden, ¿qué es lo que impide que las autoridades implementen medidas efectivas para evitar demoras administrativas excesivas y pasos burocráticos innecesarios o procedimientos corregibles?
¿Acaso no están en conocimiento de estas demoras?
Y si lo están, ¿a ninguno de que integran la cadena de responsables se le ocurre nada para evitarlo o paliarlo?
O es que tal vez se pretende que aceptemos que esto también es algo razonable o irremediable, tan luego en la Universidad...