
Todos los que lo conocimos tenemos una profunda tristeza, por su partida y porque en sus últimos tiempos el Alzheimer que padecía no le permitió estar bien y se lo llevó sin darle chances, en una lucha totalmente despareja. Los médicos de la institución donde pasó los últimos años de su vida decían que él tenía un corazón fuerte y eso era lo que le prolongaba la vida!
Adiós, querido Ricardo!
Tu legado sigue entre nosotros, multiplicado por todos aquellos que tuvimos la suerte de tenerte como profesor y consejero...
PD: Gracias Nela von Müller y Paula Tecco, porque con sus comunicaciones nos mantuvieron al tanto del delicado estado de salud de Ricardo.
Foto de Ricardo en su clásica oficina, tomada por Sergio Bruno.