En una entrada anterior describí las generalidades de los sistemas que existen para compartir archivos, e hice referencia al rápido desarrollo que han tenido aquellos basados en el uso de la Internet.
Las redes de Internet con arquitectura P2P (redes entre pares, o "peer-to-peer") permiten que los numerosos usuarios que se encuentran conectados en tiempo real mediante la misma aplicación, intercambien diversos tipos de archivos. Sin embargo, en este tipo de red los ficheros compartidos son usualmente de multimedia (música en formato mp3, o videos de películas), videojuegos, e incluso software, que tienen almacenados en sus propias PC.
Los sitios de redes sociales (SRS), en cambio, permiten a un usuario de esa red subir ficheros de fotos, o clips de video, o publicar enlaces a los sitios donde éstos se encuentran almacenados para su acceso y/o descarga. Los álbumes (como Picasaweb y Flickr) suelen ser un servicio integrado (o independiente) de estas redes sociales y sirven exclusivamente para almacenar imágenes estáticas, e incluso videos.
El usuario de estas redes sociales puede determinar cuáles ficheros y enlaces quedan "colgados" en exhibición en su sitio, y qué usuarios de esa red estarán habilitados para acceder a ellos. Estas restricciones al acceso impiden que cualquiera pueda ver o descargar el fichero, lo cual puede ser útil y necesario en caso de que existan cuestiones de resguardo de privacidad o seguridad, pero resulta ser un inconveniente si se pretende dar acceso irrestricto del mayor número posible de personas a un fichero en particular.
Por su parte, los sitios web de alojamiento, o repositorios de ficheros estáticos grandes, permiten a cualquier internauta subir fácilmente diversos tipos de ficheros desde su disco duro al servidor de alojamiento, ya sea gratuitamente y sin registrarse, o inscribiéndose, o bien pagando por el servicio. Luego, la mayor parte de estos servicios devuelven una dirección URL de alojamiento del archivo específico, que así puede difundirse fácilmente a otras personas (pegándola como un enlace en cualquier sitio o mensaje, o accediéndola directamente mediante cualquier navegador), para que éstas lo descarguen cuando deseen. Algunos de estos servicios requieren obligatoriamente que el internauta que desea descargar el archivo se registre gratuitamente, mientras que en otros sistemas este paso no es un requisito indispensable. Incluso, algunos servicios de alojamiento de ficheros multimedia proveen también un código para "incrustar" o "empotrar" en un sitio web o Blog el archivo a compartir, para su visualización directa por "streaming", sin necesidad de descargarlo primero.
Finalmente, debe tenerse en cuenta que los archivos de fotos e imágenes y los videos de hasta 100 Mbytes pueden subirse directamente del disco duro del usuario a un sitio Blog propio, desde donde los internautas los podrán acceder, sin necesidad de alojarlos en otro destino. Pero otros tamaños y tipos de archivos (por ejemplo documentos en formatos PDF, DOC/RTF, PPT/PPS, XLS, o Podcasts de audio, entre otros) necesitarán obligatoriamente de ser almacenados en un repositorio, antes de "colgarlos" en un Blog u otro sitio web propio.
En una próxima entrega daré detalles de algunos servicios en particular para compartir más eficientemente los distintos tipos de archivos.
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Hace 3 meses
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