¿Me saca la mugre?
Algunos dirán que me he vuelto monotemático, pero lo cierto es que no me gusta verme rodeado de mugre en los lugares donde trabajo todos los días, ni transmitir a la sociedad, ni a los alumnos y colegas de ésta u otras universidades del resto del mundo, una imagen de mugriento, o de que aceptamos resignado el hecho de convivir con la suciedad, y tan luego en un alto centro de estudios y educación…
No hay que ser científico para saber que la mugre se saca limpiando. Pero también es claro que hay ciertos tipos de suciedad que, por sus características y ubicación, deben primero ser percibidas como tal y luego requieren del uso de herramientas o implementos y habilidades de limpieza que, muy probablemente, no les son provistas a los ordenanzas.
A modo de ejemplo, en el clip de abajo muestro diferentes tipos de suciedad que hasta podrían clasificarse por su edad geológica, dureza y volumen, y que están omnipresentes en la facultad, acumulados en resquicios, juntas, rincones y zócalos. Para su correcta eliminación seguramente debería emplearse un fregador húmedo, o hasta una hidrolavadora, con agregado de algún líquido limpiador (en el caso de los rincones y juntas de los pisos embaldosados o de mármol) y una buena aspiradora y posiblemente un paño húmedo (en los de pisos de madera y zócalos elevados).
Repito lo que señalé en otras entradas previas, también referidas al tema de limpeza: la compra de estos elementos no debería ser tomada como un gasto, sino como una inversión para mejorar la calidad del ambiente en el que todos estamos inmersos a diario y, por otro lado, el monto de esta adquisición sería sumamente modesto y debería estar contemplado dentro del presupuesto para el funcionamiento de la Facultad.
Entonces…
Algunos dirán que me he vuelto monotemático, pero lo cierto es que no me gusta verme rodeado de mugre en los lugares donde trabajo todos los días, ni transmitir a la sociedad, ni a los alumnos y colegas de ésta u otras universidades del resto del mundo, una imagen de mugriento, o de que aceptamos resignado el hecho de convivir con la suciedad, y tan luego en un alto centro de estudios y educación…
No hay que ser científico para saber que la mugre se saca limpiando. Pero también es claro que hay ciertos tipos de suciedad que, por sus características y ubicación, deben primero ser percibidas como tal y luego requieren del uso de herramientas o implementos y habilidades de limpieza que, muy probablemente, no les son provistas a los ordenanzas.
A modo de ejemplo, en el clip de abajo muestro diferentes tipos de suciedad que hasta podrían clasificarse por su edad geológica, dureza y volumen, y que están omnipresentes en la facultad, acumulados en resquicios, juntas, rincones y zócalos. Para su correcta eliminación seguramente debería emplearse un fregador húmedo, o hasta una hidrolavadora, con agregado de algún líquido limpiador (en el caso de los rincones y juntas de los pisos embaldosados o de mármol) y una buena aspiradora y posiblemente un paño húmedo (en los de pisos de madera y zócalos elevados).
Repito lo que señalé en otras entradas previas, también referidas al tema de limpeza: la compra de estos elementos no debería ser tomada como un gasto, sino como una inversión para mejorar la calidad del ambiente en el que todos estamos inmersos a diario y, por otro lado, el monto de esta adquisición sería sumamente modesto y debería estar contemplado dentro del presupuesto para el funcionamiento de la Facultad.
Entonces…
lo peor es que nos acostumbramos!! menos mal que tenemos este ojo virtual que nos sacude un poco del sopor!
ResponderEliminargracias!!
Claro que no debimos, ni deberemos, acostumbrarnos!
ResponderEliminarContribuyamos, dentro de nuestras posibilidades, a que esto sea tomado como algo anormal, y no como un hecho cotidiano para el que no nos resta más que una total y sumisa resignación.
Exitos!
Es muy molesto!!! Yo curso mis estudios en la U.T.N, por suerte es un predio mas pequeño y esta mejor controlado.
ResponderEliminarAun así, hace varios días atrás fui a la facultad de ing. de la UNC y las telas de arañas que colgaban desde el techo superaban los 20 cm. jeje había hecho un cielo raso las arañas. Y mejor de no hablar de los vidrios, que por la suciedad que tenían uno no alcanzaba a ver practicamente hacia el otro lado!!
Hola Gabriela!
ResponderEliminarEfectivamente, pero son arañas ilustradas! Tal vez en la Facultad hay en marcha un programa de protección a la Biodiversidad de arácnidos, del cual no estoy al tanto. Respecto a los vidrios... quizá sea para que los alumnos no se distraigan mirando los pajaritos, o para que los pajaritos distingan los vidrios y no golpeen contra éstos!!!
Saludos!